Todas las enfermedades llámese gripa, gastritis,
migraña, cáncer o cualquier otro malestar del cuerpo tienen su origen en un
conflicto emocional. Cuando damos paso a
sentimientos y/o emociones negativas
para nuestro estado anímico, inmediatamente generamos una reacción interna que
no solo se queda en la tristeza, la depresión o el dolor que podamos sentir,
también se producen trastornos fisiológicos que alteran el normal
funcionamiento del Sistema Inmunológico o de Defensa dando vía libre a las
enfermedades.
La razón para que ello suceda es la fuerte
conexión existente entre corazón, mente y cuerpo. Todo lo que pensamos, decimos, sentimos,
hacemos, etc. genera reacciones en nosotros mismos que en algunos casos son evidentes
y en algunos no somos conscientes.
Por ejemplo, cuando somos testigos de algo que nos
sorprende o espanta una de las primeras reacciones será abrir los ojos al
máximo como un mecanismo de alerta para nosotros mismos. Quizá también nos
frotemos los ojos como gesto inconsciente de que dudamos de lo que estamos
presenciando y necesitamos limpiar nuestros ojos para no equivocarnos.
Si en dado caso, lo que vemos se convierte en
una amenaza para nosotros mismos, entonces puede que nuestro ritmo cardiaco se
altere, la sudoración comience a incrementarse y en general nuestro cuerpo
comienza a generar reacciones internas ya sea para defendernos o para salir
huyendo. Todo esto puede ocurrir en pocos segundos y por lo general no somos
conscientes de ello.
Así mismo, puede ocurrir que algo que veamos de
repente y sorpresivamente nos evoque recuerdos o pensamientos que pueden en un
momento dado ponernos en un estado de nostalgia, ansiedad o entusiasmo y cuando
uno comienza a preguntarse porque mi estado emocional cambió de un momento a
otro, quizá no recordemos
conscientemente que fue aquello que vimos lo que pudo desencadenar este cambio
de humor repentino.
De esta forma pasamos de reacciones puramente
físicas al ámbito anímico y emocional.
La definición médica de orzuelo es que es una
inflamación rojiza que se produce principalmente por infecciones u obstrucción
en las glándulas ubicadas en la línea exterior de los parpados. Para la Medicina Psicosomática, las inflamaciones
son manifestaciones físicas de algo que nos indispone, en este caso de algo que
estamos viendo y que altera nuestro estado emocional.
No solo el estómago es el único órgano de
nuestro cuerpo que se indigesta ante una comida pesada o descompuesta, también
los órganos de los sentidos tienen la capacidad de indigestarse y en este caso
específico la indigesta se manifiesta en eventos como los orzuelos o la
conjuntivitis. Lo que vemos no nos agrada o sencillamente lo rechazamos.
Si el orzuelo se ubica en el ojo derecho, éste
muy posiblemente corresponda a estímulos que están afectando nuestra capacidad
lógica de pensamiento, de interpretación de la realidad, de la forma en que nos
expresamos ante los demás.
Por el contrario si se ubica en el ojo izquierdo,
corresponde a la parte de nuestro cerebro que maneja todo lo concerniente a
emociones, sentimientos y a aquello que nos permite estar ubicados en el mundo
y en general en nuestra vida.
Así mismo, si el orzuelo genera visión borrosa
confirma el hecho que lo que estamos
contemplando no es de nuestro agrado por el contrario nos produce
indisposición, nuestra mente sabiamente
busca aliviar este cuadro negativo que vemos y trata de poner un velo para que
ello no nos afecte tanto o por lo menos tengamos la necesidad de hacer una
pausa a nuestra visión.
El hecho de que un síntoma o enfermedad dure
mas de lo que en promedio debe durar, pese a los tratamientos, indica que no es
un tema solo físico, en el fondo hay un componente emocional que lo determina
en sobremanera. En la medida que se
pueda dejar en claro, tomar conciencia y superar el conflicto anímico y
emocional, la enfermedad podrá ir cediendo y finalmente superarse.
También puede suceder que gracias a los
fármacos y/o procedimientos médicos, la afección pueda ser resuelta, sin
embargo esto solo será cuestión de tiempo para que el estrés emocional se
manifieste en nuestro cuerpo en otro síntoma o enfermedad.
Terapia de Curación
Física y de Sanación Emocional
La terapia de curación física tiene como objetivo
que todo aquello que afecta nuestra salud tiene dos componentes uno netamente
físico del que se ocupa la medicina, el otro es la dimensión emocional que lo trabajamos con Terapia de Sanación
Emocional.
Si usted se siente enfermo vaya al médico, vea el especialista, siga el tratamiento y
las prescripciones.
Simultáneamente, Usted puede hacer un trabajo
de toma de conciencia para determinar el origen emocional de la enfermedad; así
mismo dejar en claro el conflicto emocional que genera para Usted la
circunstancia que está enfrentando y a partir de ahí, tomar la determinación de
hacer algunos cambios y transformaciones en su vida (pensamientos, expresiones,
palabras y actuaciones) de cara a superar el conflicto y restaurar su salud
física y emocional.
Manuel Arévalo
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